ESSENT-OILS
Por Margo
Hace ya un tiempo que me volví fanática absoluta de los aceites para el pelo: el producto estrella o elixir de vida para las cabelleras más pobres y desprovistas de ese glow tan trendy que buscamos conseguir también en nuestra piel.
Nos aporta un mayor brillo y nutrición, así como otros muchos beneficios que te voy a detallar a continuación. Toma nota.
Las normas ya nos las sabemos y el orden, más o menos, también: champú, acondicionador y mascarilla. Pero la cosa se nos complica un poquito más en cuanto ponemos un pie fuera de la ducha.
Cada vez son más los productos que engrosan los lineales de cuidado capilar, organizados por preocupaciones específicas para garantizar su buen mantenimiento de raíz a puntas pasando, por el interior de la fibra capilar.
¿Por qué es bueno usar aceites para el pelo?
En primer lugar, porque nutren en profundidad tu cabello protegiéndolo de agentes externos como el Sol o la polución.
También actúan como buenos protectores térmicos; ayudan a prevenir la resequedad, el quiebre y las odiosas – además de adictivas - puntas abiertas.
Además, suavizan el cabello facilitando el desenredado y acaban con el frizz.
¿Algo más?
Uno de mis favoritos es de la marca Moroccanoil indicado para pelos finos y de coloración clara. Desde la marca afirman que este aceite “puede utilizarse para acondicionar, peinar o dar un acabado final al cabello, todo en un solo producto”. Entre sus ingredientes encontramos el milagroso aceite de argán, además de otros antioxidantes y vitaminas que aumentan el brillo del cabello.
El aceite de tratamiento LIGHT de Moroccanoil “ayuda a desenredar y acelera el tiempo de secado, dejando el cabello sedoso y manejable” y puedes aplicarlo en el pelo seco para controlar el encrespamiento y fijar mejor el peinado.
Por otro lado, otro de mis grandes favoritos lo firma la marca ítalo-holandesa, GIOMI, cuyo ingrediente principal llega directamente de los campos de Agrigento: el aceite de oliva. De hecho, este ingrediente resulta ser uno de los más eficaces y recomendados para nutrir y proteger la fibra capilar. También nos aporta brillo y mantiene el encrespamiento bajo control.
Entonces, ¿cuál elijo?
Primero, sigue estos pasos:
1. Asegúrate de cuál es tu tipo de cabello y cuáles son sus necesidades específicas
2. Presta especial atención a sus ingredientes y propiedades
Cada aceite posee propiedades diferentes que aportan beneficios específicos a tu melena, así que no pierdas de vista todos sus componentes como el tipo de vitaminas, ácidos grasos y proteínas que aportan.
3. El aceite nutre, no hidrata
Ten en cuenta esto. Para la hidratación de tu cabello, necesitarás productos que incorporen el agua como ingrediente principal en su composición. Ya sabes lo mal que se llevan el aceite y el agua, ¿no? Vamos, que no se pueden ni tocar.
En cambio, los aceites actúan como buenos humectantes, es decir, absorben o retienen el agua en el interior de nuestro cabello y cumplen una función más enfocada a la nutrición de la melena.
Friendly Reminder...
El pelo es un tejido muerto que no se puede reparar y que tampoco necesita hidratarse, pues el agua que tiene en su interior es más que suficiente. Cuando la cutícula está dañada, la humedad penetra de lleno en las fibras más internas, lo que hace que se encrespe más y se parta con más facilidad. Los aceites pueden ayudarnos a controlar ese temido frizz y reforzar esa cutícula externa.
Por otra parte, lo que sí necesita nuestro cabello es nutrición. Es decir, ingredientes emolientes, aceitosos o proteicos que lo protejan de los agentes externos y eviten que se rompa con la fricción o el uso de las herramientas de calor.
4. Calienta el aceite con las manos.
La temperatura del aceite es clave. En frío y sólido dejará un aspecto graso, por el contrario, si lo frotamos y calentamos entre nuestras manos unos segundos antes se hará más líquido, penetrará mejor y la película exterior que nos recubre el cabello no resultará tan grasa.
5. Aplícalos bien.
Es decir, de medios a puntas. Aunque también hay otros que se pueden aplicar directamente sobre las raíces. Todo dependerá de la composición, densidad y presentación del producto.
Por último y aunque la firma indique que su producto no es graso, procura usarlo en dosis pequeñas y distribúyelo de manera uniforme, cubriendo en su totalidad la fibra capilar.
6. Limpia tu pelo en profundidad.
Especialmente tras la aplicación de aceites que resultan más densos y que son, digamos, de ‘actuación más severa o profunda’. Estos requieren de una limpieza más meticulosa para retirar bien cada residuo y evitar que se nos engrase la raíz.
¿Dónde incorporarlo?
En tu sistema de lavado
Puedes incorporar un par de gotas a tu propio champú, acondicionador o mascarilla – como recomiendan desde Moroccanoil – para optimizar y obtener mejores resultados nutritivos. En el caso de las masks nutritivas, al incorporarlo y mezclarlo con otros ingredientes, conseguiremos tratamientos mucho más especializados y efectivos.
En acondicionadores en seco para peinar
Otra de las grandes maravillas y mejores opciones para nutrir, hidratar y proteger el cabello. Mi gran favorito es de la gama Kérastase y es el ‘Resistance Thermique Extentioniste’ que sirve como protector térmico, para sellar y fijar el peinado y controlar el frizz. Otro producto todoterreno al que le puedes incorporar unas gotitas de aceite capilar para optimizar y mejorar sus beneficios.
Directamente sobre las puntas
Yo lo hago todas las noches antes de dormir y después de peinar y desenredar con cuidado antes de acostarme. Ten paciencia, ¡pero te prometo que verás los resultados en seguida! Desde luego, nada reemplaza el poder los aceites naturales aplicados directamente sobre el cabello. Eso sí, recuerda cumplir con una limpieza meticulosa de forma regular.
Como tratamiento prelavado